Balayage: Esta técnica de coloración se caracteriza por su aplicación manual y la ausencia de papel de aluminio. El estilista pinta suavemente mechones de cabello seleccionados para crear un efecto degradado y natural. El balayage es popular porque permite un mantenimiento más fácil que otras técnicas de coloración, ya que las raíces no necesitan ser retocadas con tanta frecuencia.

Bob largo: El corte de cabello bob, que se caracteriza por ser corto en la parte posterior y más largo en la parte delantera, experimentó una variante más larga en 2017. Esta versión ofreció más versatilidad en términos de longitud y estilo, permitiendo a las personas jugar con capas y texturas para crear looks únicos.

Colores fantasía: Los colores fantasía se convirtieron en una forma de expresión personal en 2017. Desde tonos pastel hasta colores eléctricos, muchas personas optaron por teñir sus cabellos con colores llamativos para reflejar su estilo único y creativo. Esta tendencia inspiró una amplia gama de opciones de coloración y técnicas de aplicación, como el ombre y el dip-dye.

Textura natural: En contraposición a los estilos excesivamente pulidos, el cabello con textura natural se destacó en 2017. Se alentó a las personas a abrazar la textura natural de su cabello y a usar productos diseñados para realzarla, como cremas para peinar y geles sin alcohol. Esta tendencia celebró la diversidad de texturas capilares y promovió la aceptación de la belleza natural.

Accesorios para el cabello: Los accesorios para el cabello fueron una forma de agregar un toque de estilo y sofisticación a los peinados en 2017. Desde elegantes horquillas hasta llamativas bandas para el cabello y turbantes, los accesorios fueron una manera fácil de elevar cualquier look capilar. Esta tendencia permitió a las personas experimentar con diferentes estilos y expresar su individualidad a través de sus peinados.

AMSP